Podríamos describir interculturalidad como la interacción entre dos o más culturas de un modo que ninguno de los conjuntos se encuentra por encima de otro, una condición que favorece la integración y la convivencia armónica de todos los individuos. Las relaciones interculturales suponen el respeto hacia la diversidad.
La interculturalidad es buena ya que es una mezcla de culturas, se puede aprender mucho del estilo de vida de otros lugares. Algunas, nacieron de la mezcla de otras como por ejemplo la nuestra, ha nacido de los árabes, romanos, íberos, celtas...
Otros aspectos positivos son el conocer otras formas de hablar, de vestir, costumbres, hábitos de comida, arte... todo ello nos puede dar una actitud más tolerante y abierta. La inmigración favorece este aspecto, aunque a veces se intentan evitar personas de otras culturas sin antes conocerlas o saber como son, eso es debido a todos los prejuicios o estereotipos que hay de dicha cultura, pero hay que tener en cuenta que no tienen porque ser ciertos.
Hablando más concretamente, en España, la interculturalidad tuvo un incremento de percepción positiva a partir del 2001, pero en el 2010, debido a la crisis, hubo un decremento ya que la gente decía que los inmigrantes venían a España y ocupaban puestos de trabajo, por lo que la idea de la interculturalidad descendió negativamente.
En conclusión, yo pienso que la interculturalidad no sólo sirve para adquirir conocimientos de otras formas de vida, culturas, si no que también para enriquecernos como personas.
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