viernes, 30 de noviembre de 2012

El misterio de la calabaza


LA CALABAZA DE HALLOWEEN


La leyenda cuenta que un borracho, pero astuto joven llamado Jack, se encontró con el diablo unas cuantas veces.

La primera fue en un bar, el diablo se quiso llevar su alma, pero el con astucia le dijo que quería una última copa, así que el diablo se convirtió en una moneda para darle al camarero. En vez de dársela, Jack la cogió y se la metió en el monedero que llevaba en ese momento, el monedero llevaba dibujada una cruz por lo que el diablo no podría volver a su forma original, pero hicieron un pacto para que el diablo pudiese salir si no le volvía a intentar quitar el alma a Jack.

Pese a su trato con el diablo, Jack se encontró con él diez años más tarde. Esta vez fue en un campo. El diablo volvió a intentar quitarle el alma, pero Jack otra vez le consiguió engañar.  Le pidió una manzana, y el diablo se la fue a coger. Cuando estaba en la copa del árbol, Jack puso una estaca tallada en madera debajo del árbol, así que el diablo no podría recuperar su forma. Pero volvieron a hacer el trato.

Años más tarde, Jack murió. No pudo entrar en el cielo ya que había sido un borracho y un estafador, pero tampoco le acepto el diablo porque tenían un trato: no se podía llevar su alma. El diablo le dijo que se volviera por donde había venido. Eso es lo que hizo Jack, tendría que andar eternamente. El diablo le envió una llama para que le guiara en la oscuridad y Jack la puso en el nabo que estaba comiendo para que no se apagara por el viento.

Los pueblos de origen céltico, como la leyenda, ahuecaban los nabos y le ponían carbón dentro para guiar el camino al mundo de los vivos. Pero cuando los irlandeses llegaron a América, conocieron las calabazas y se dieron cuenta de que tan más fáciles de ahuecar y más grandes. De ahí viene el origen de las calabazas de Halloween.


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